Me quedé pq la cercanía del puesto de la GC me daba tranquilidad y ha sido un acierto. Super tranquilo, es una calle que sólo llega a un instituto, así que durante el fin de semana no ha habido nadie que pasara (entre semana supongo que habrá más trasiego por las mañanas) y temía que fuera zona de botellón o de picadero pero se ve que tener a la GC al lado los ahuyenta. Genial.