Lugar con grandes vistas alrededor y punto de partida de visitas muy interesantes. Las instalaciones son muy básicas, pero correctas. Cenamos en el restaurante y nos encantó. Comida muy buena y a un precioso más que razonable. Lástima que llovió mucho por la noche y al ser de hierba se convertía en barro. Por lo demás todo perfecto.