Silencio total y vistas maravillosas. El bar, tampoco molestaba, cerró pronto (21 horas). En esta época los árboles están pelados y permiten unas vistas espectaculares de Maderuelo. El suelo está duro y eso que ha llovido recientemente. Acceso muy bueno y amplio (unos 50 metros por camino de tierra dura). Buena zona para pasear con perros, justo detrás del parking. El pueblo a 15 minutos a pie.