Preciosas vistas. Pero el vehículo se deja a 100m, cerca de la carretera de subida. Pasada la capilla a un par de mesas y bancos para comer, y una papelera. Y detrás de las mesas, unos servicios relativamente cuidados, aunque no tanto por los usuarios, y los grifos apenas dejan caer algo de agua. Mucho silencio a excepción de los trabajos forestales.