Aparcamos en esa misma calle, pero nos orillamos en el amplio arcén, junto a la carretera, más alejados de las viviendas. Hay alumbrado de las farolas del pueblo, tranquilidad, pues es carretera de poco meneo y sensación de seguridad al estar cerca de vecinos. El pueblo y la ruta del Gollizno, bien lo merecen.