He pasado unos días estupendos, en un entorno natural, muy cerca de la playa y de los paseos hacia el acantilado El Bolao. Preciosas vistas de las colinas y el pueblo. La propietaria de las dos áreas, Luisa, es una persona encantadora. Además, pasa el panadero del Obrador de María, con pan, empanadas… de excelente calidad. Para repetir. Gracias!