emplazamiento muy agradable entre viñedos y con muy poco ruido excepto por la noche que en nuestro caso tuvimos siendo sábado noche una discoteca que nos obligó a cerrar el techo de la furgoneta para aislar el ruido y dormir adentro. por la mañana pasan transeúntes y se hacen fotos en la ermita pero eso ocurre a horas más tardías